02.
Por una educación en principios
En
Chile el Estado monopolizador de la enseñanza es un problema
fundamental y una amenaza permanente a la que hay que enfrentar. El
liberalismo fue el causante inicial del secuestro de la enseñanza
que ha consolidado el socialismo. El que hoy se persista en los
mismos principios liberales agravados por el férreo control
social-marxista impide la superación del problema y la consecución
de una educación adecuada.
Antes
de la revolución liberal, existían instituciones de enseñanza en
todos los niveles. Habían sido fundadas por iniciativa social y
poseían bienes cuyas rentas garantizaban su pervivencia. La
enseñanza era gratuita.
De
esos bienes se apoderó el estado liberal. Con ello suprimió lo
existente y nació el Estado pedagogo monopolizador de la enseñanza.
El poder civil debe poner las condiciones para que las personas
puedan vivir rectamente sin dificultades, y no proponerse educar a
las personas.
Es
necesario:
02.01.
Aspirar a la libertad de enseñanza, que comprende la creación de
centros, el establecimiento de planes de estudio y la expedición de
títulos. La validez de los títulos para ejercer una profesión será
reconocida por el Colegio o corporación profesional correspondiente.
02.02.
Denunciar la sistemática corrupción de las costumbres propiciada
por los medios de comunicación, en especial por la televisión.
02.03.
Una aplicación rigurosa de la legislación vigente en materia de
protección del menor, publicidad y monopolios de medios de
comunicación.
02.04.
La promoción de valores humanos, acordes con la ley natural en la
educación y desde los medios de comunicación.
02.05.
Que el Estado renuncie a sus campañas de perversión de la
adolescencia que fomentan una falsa “educación sexual” que
desprecia la castidad y la fidelidad matrimonial.
02.06.
La defensa del derecho de los padres a elegir y vigilar la educación
de los hijos, así como de la lengua en que desean sea impartida,
reafirmando la función subsidiaria del Estado, o de los gobiernos
autonómicos, en la educación.
02.07.
Rechazar toda limitación por parte del Estado del derecho de los
padres a concebir y educar a sus hijos. Rechazamos las pretensiones
del Estado de constituirse en maestro de moral.
02.08.
Lograr un equilibrio técnico-científico y humanístico en los
estudios.
02.09.
Incluir la formación religiosa y moral para todos los alumnos
respetando siempre los acuerdos firmados entre la Iglesia y el Estado
.
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